Las fibras específicas conocidas como prebióticos pueden mejorar el sueño y aumentar la resistencia al estrés. Esto se debe a que su efecto influye en los metabolitos producidos por las bacterias intestinales, según muestra una nueva investigación de la Universidad de Colorado Boulder.
La evidencia de un posible vínculo entre el microbioma intestinal y la calidad del sueño ha estado surgiendo durante algún tiempo. Sin embargo, siguen sin estar claro los mecanismos sobre cómo los cambios prebióticos inducidos por la dieta en la microbiota intestinal afectan la fisiología del estrés.
Este estudio, publicado en la revista Scientific Reports, señala que hay evidencia de que los metabolitos dependientes de bacterias pueden enviar señales al cerebro a través de la sangre. Por lo tanto, según los investigadores, es factible que las dietas altas en prebióticos produzcan cambios en el metaboloma intestinal, dado que estos señalan al cerebro y afectan a sus funciones.
La influencia de la dieta prebiótica
El equipo de investigadores comparó una serie de medidas fisiológicas en ratas macho alimentadas con comida estándar, y otras fueron alimentadas con comida infundida con prebióticos.
La dieta prebiótica incluía dosis muy altas de cuatro prebióticos específicos, que incluyen: galactooligosacáridos, que están presentes en las lentejas y el repollo; polidextrosa (PDX) un aditivo alimentario aprobado por la FDA que a menudo se usa como edulcorante; lactoferrina, que se encuentra en la leche materna; y proteína globular (grasa de la leche), abundante en productos lácteos.
Descubrieron que las ratas alimentadas con la dieta prebiótica pasaron más tiempo en un sueño reparador de movimientos oculares no rápidos (NREM). Después del estrés, también pasaron más tiempo en el sueño de movimientos oculares rápidos (REM), lo que se cree que es crítico para la recuperación del estrés.
En cambio, los animales que consumieron comida estándar vieron un aplanamiento poco saludable de las fluctuaciones naturales de temperatura del cuerpo. Asimismo, percibieron una caída en la diversidad saludable de su microbioma intestinal después del estrés, mientras que los alimentados con prebióticos se vieron afectados por estos efectos.
La autora principal y profesora de Fisiología Integrativa, Monika Fleshner, directora del Laboratorio de Fisiología del Estrés, ha señalado que “se trata de una combinación de fibras dietéticas que ayuda a promover la robustez del estrés y un buen sueño. Además, protege el microbioma intestinal de la interrupción”.
Otros detalles del estudio
En la investigación utilizaron también una tecnología llamada espectrometría de masas. Con ella analizaron las muestras fecales de las ratas. Los autores midieron las pequeñas moléculas bioactivas producidas por las bacterias a medida que los alimentos se descomponen (metabolitos).
Concretamente, encontraron que las ratas en la dieta prebiótica tenían un metaboloma sustancialmente diferente. Cabe destacar que el metaboloma de las ratas también se vio diferente después del estrés. Por ejemplo, en la dieta de comida estándar se detectaron picos importantes en el precursor de alopregnanolona y el esteroide cetona. Estos son metabolitos potencialmente perturbadores del sueño, mientras que aquellos en la dieta prebiótica no atisbaron ese pico.
Declaraciones y resultados
Fleshner declaró después del estudio que sus resultados “revelan nuevas señales que provienen de microbios intestinales que pueden modular la fisiología del estrés y el sueño”. No obstante, no está claro si es suficiente con consumir alimentos ricos en prebióticos para poder fomentar el sueño.
De todos modos, los suplementos prebióticos ya están disponibles desde hace tiempo en las tiendas de alimentos naturales. Fleshner subrayó que es demasiado pronto para decir si un suplemento o medicamento que contenga dichos compuestos sería seguro y efectivo para todos. Dependiendo de cuál sea su composición microbiana, el organismo de cada persona puede responder de manera diferente.
“Se trata de moléculas poderosas con efectos neuroactivos reales, por lo que las personas deben tener precaución”, ha dicho la autora. Además, los estudios en humanos ya están en proceso en la Universidad de Colorado Boulder.
En resumen, Fleshner cree que lo que están aprendiendo en su laboratorio podría conducir a una nueva clase de opciones para las personas que no pueden dormir, pero no les gusta tomar narcóticos. “Podríamos ser capaces de desarrollar un tratamiento terapéutico que aumente las moléculas que amortiguan el estrés y que reduzcan las que interrumpen el sueño”, ha matizado Fleshner.
Referencias
Thompson RS, Vargas F, Dorrestein PC, Chichlowski M, Berg BM, Fleshner M. Dietary prebiotics alter novel microbial dependent fecal metabolites that improve sleep. Sci Rep. 2020;10(1):3848.