La vitamina C se ha convertido en un ingrediente estrella en el cuidado de la piel.
La vitamina C (ácido ascórbico) está cargada de antioxidantes que se sabe que hacen que la piel luzca radiante y juvenil. Ayuda a destruir los radicales libres y potencia la reparación de tejidos y la síntesis de colágeno para una piel sana.
La vitamina C normalmente se encuentra en las capas de la piel conocidas como dermis y epidermis, donde estos nutrientes se transportan desde el torrente sanguíneo. El paso de los años, la exposición a los rayos UV y la contaminación pueden reducir la cantidad de vitaminas principalmente en la epidermis.
La ingesta oral de vitamina C es eficaz para la piel, pero no tanto como la aplicación tópica.
Dosis diaria requerida de vitamina C
Para hombres, la dosis diaria recomendada es de 90 mg y 75 mg para las mujeres. La vitamina C se encuentra comúnmente en varias frutas y verduras como el limón, las naranjas, el brócoli, etc.
¿Por qué la vitamina C es muy recomendable para la piel?
La vitamina C no se limita solo a sus propiedades antioxidantes, sino que va más allá.
Dado que la vitamina C es altamente ácida, funciona de manera eficiente en los procesos de curación de la piel. Cuando se aplica tópicamente, funciona instantáneamente para tratar una herida al acelerar la producción de colágeno y elastina.
El colágeno y la elastina son fibras proteicas que mejoran la regeneración de las células de la piel y la hacen firme y tersa. El colágeno también es esencial para retrasar el envejecimiento de la piel y evitar la hiperpigmentación en la piel.
¿Cuáles son los beneficios de la vitamina C para la piel?
Además de los importante beneficios que ofrece para la salud en general, la vitamina C es indispensable para el bienestar de la piel.
Estimula la producción de colágeno y elastina, lo que mejora la textura y la calidad de la piel. Estos son algunos de los grandes beneficios de la vitamina C para la piel:
Previene las arrugas y las líneas finas
La vitamina C funciona maravillosamente para prevenir y reducir estos signos no deseados al mejorar la síntesis de colágeno en el cuerpo. Los resultados de dos estudios encontraron que una mayor ingesta de vitamina C se asoció con una buena apariencia de la piel y se ha demostrado que la aplicación tópica de vitamina C durante 12 semanas disminuye las arrugas de la piel, la suaviza y aumenta la producción de colágeno.
Protección de la exposición solar
La exposición prolongada al sol puede afectar a la piel horriblemente como la piel áspera, el enrojecimiento de la piel, etc. Aplicar tópicamente vitamina C actúa como un antioxidante que protege la piel de los rayos ultravioletas.
Las combinaciones de vitamina C y vitamina E son más efectivas para prevenir el daño solar en la piel que la vitamina sola.
Proporciona hidratación a la piel
Consumir grandes cantidades de vitamina C ayuda a reducir la sequedad de la piel y aporta humedad. El ácido ascórbico ayuda a retener el agua en la piel y evita tanto la sequedad como la grasa.
Ayuda a la cicatrización de heridas
La vitamina C contiene ácido ascórbico que ayuda a la rápida cicatrización de heridas al activar la formación de colágeno. Funciona mejor cuando se aplica tópicamente que cuando se ingiere por vía oral.
Mejora la elasticidad de la piel
La aplicación tópica de vitamina C estimula la producción de colágeno y elastina en la piel, lo que ayuda a que la piel se vuelva firme y tersa.
Reduce la pigmentación oscura de la piel
La pigmentación oscura, también conocida como hiperpigmentación, se produce debido a una mayor producción de melanina.
La melanina es el pigmento responsable de aportar color a la piel. La hiperpigmentación generalmente no daña el organismo, pero puede resultar molesta estéticamente. En este aspecto, la aplicación tópica de vitamina C puede ayudar a reducir las manchas de hiperpigmentación.
Ayuda a reducir la inflamación
La vitamina C es un excelente antiinflamatorio y antioxidante que ayuda a reducir los signos de inflamación, como sarpullido, enrojecimiento e irritación. La vitamina C tópica favorece el alivio de la inflamación en diversas alteraciones cutáneas como el acné o la psoriasis.